La adrenalina que produce hacer un deporte de alto riesgo es enorme, pero también lo son los peligros a los que queda expuesta esa persona que los practica.
El mercado de los seguros no comprende de una forma clara este tipo de actividades, que encarecen cualquier póliza. Tampoco detallan a partir de qué nivel de periodicidad de actividad, el asegurado está en un riesgo mayor en comparación a quienes no realizan esos deportes.
El llevar a cabo de forma ocasional una actividad como el boxeo, el alpinismo, el paracaidismo, vuelo delta, motociclismo e incluso la caza y la pesca puede dejar sin cumplimiento un seguro de vida o de accidentes personales.
Debido a estos inconvenientes, se recomienda:
– En primer lugar, prestar atención a los detalles de cobertura y declarar de forma completa todos los requerimientos. Cualquier discrepancia con la realidad puede llevar a las aseguradoras a negarse a indemnizar.
– En segundo lugar, es necesario, en caso de que la compañía de seguros no lo entregue, solicitar toda la información al respecto y pedir la incorporación del riesgo a la póliza. Se pagará una prima mayor, pero se tendrá la seguridad de estar cubierto el día de mañana.
Los amantes de la vida al límite y del vértigo tienen la posibilidad de estar protegidos. Eso sí, deben estar atentos de que todo sea claro y detallado, para poder así disfrutar sin miedo.